A partir del año 2013, el 2 de mayo fue establecido como el Día Mundial contra el Bullying por más de 3mil asociaciones de padres y madres y diversas organizaciones no gubernamentales de todo el mundo, con el objeto de concientizar sobre los riesgos del acoso escolar y los métodos para evitar la violencia en los centros educativos. Ese mismo año, esta iniciativa fue aprobada por la UNESCO y posteriormente reconocida por los Parlamentos español y uruguayo, y el Senado argentino.